ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) A José Luis Rodríguez Zapatero le gusta ir abriendo frentes de convulsión social para quizás ir anotándose lo que él considera méritos «progresistas». Puso en marcha las leyes que propiciaban el divorcio exprés o los matrimonios homosexuales. Promocionó el revisionismo parcial de la memoria histórica.
Está ahora empeñado en implantar el aborto libre y gratuito hasta la semana 14 de gestación, incluso para las niñas de menos de 16 años. Y ya ha dado orden a su ministro de Justicia, Francisco Caamaño, para que vaya preparando la norma que, una vez que el anteproyecto de la ley del aborto empiece a discutirse en el Congreso (hacia octubre próximo), se convertirá en el nuevo caballo de batalla del Gobierno: la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, una iniciativa que pretende eliminar todos los los símbolos religiosos que existan en colegios e institutos públicos.
Así lo acreditó Caamaño en una entrevista concedida a Ep al señalar que la «idea matriz» de ese proyecto es que «haya un claro deslinde entre el fenómeno religioso y el espacio público y la laicidad del Estado».
Un paso adelante
«Nuestra idea -matizó-es que en los colegios públicos no exista ningún símbolo religioso. Sin embargo, si resulta que hay una imagen que es patrimonio histórico y es un centro público, si tiene valor histórico-artístico, no podrá destruirse». Caamaño defendió la necesidad de «dar un paso adelante» en esta cuestión para evitar que exista «confusión entre las funciones públicas estatales y las religiosas», al tiempo que rechazó que el debate se limite a si los crucifijos o los belenes se retiran o no de los centros públicos.
En relación con la escuela concertada, el ministro admite que «el tema no es tan sencillo» y que se legislará en función de «usos y costumbres y pautas de conductas. Hay cosas que son perfectamente razonables en una sociedad como la española, donde el sentimiento religioso tiene un peso, una dimensión y donde se viven muchos elementos religiosos como los belenes».
El Ejecutivo prepara una reforma de la Ley de Libertad Religiosa que acabe con belenes y crucifijos en la escuela
El proyecto de ley tendrá como objetivos, en palabras del ministro, «la igualdad, el reconocimiento de la libertad religiosa, la laicidad del Estado y la separación de funciones» de la Iglesia y el Estado. Tras apuntar que la sociedad española «ha evolucionado muchísimo» en materia de «sensibilidad religiosa» en los últimos años, el ministro destaca la necesidad de establecer «con prudencia y sensatez» un sistema que «reconozca esta pluralidad y trate a todas las religiones en un plano de igualdad».
Se trataría, según Caamaño, de «regular la libertad de conciencia por primera vez» en España, de modernizar el registro de organizaciones religiosas y de incorporar al ordenamiento jurídico la jurisprudencia que los tribunales españoles han ido dictando durante los últimos años en asuntos como «la religión en el Ejército, en los hospitales y en las escuelas».
«Todo esto la sociedad española lo fue planteando los tribunales y los tribunales resuelven casos pero no dan una respuesta común a todas las situaciones. Lo que hemos hecho es estudiar toda esa casuística, ver también cuáles han sido las soluciones en otros países durante todos estos años y llevarlo al Parlamento», explicó.
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