CIUDAD DEL VATICANO -. ( AGENCIALAVOZ.COM ) El arzobispo de Canterbury mantuvo el sábado su primera reunión con el papa Benedicto XVI desde que el Vaticano invitó a los anglicanos descontentos a unirse al catolicismo, y la Santa Sede indicó que ambas partes desea estrechar sus relaciones.
El arzobispo Rowan Williams y Benedicto se reunieron en privado durante 20 minutos y mantuvieron. Según el Vaticano, fue una "discusión cordial".
La santa sede dijo en una breve declaración que ambos líderes "analizaron los desafíos que encaran todas las comunidades cristianas" y la necesidad de "promover las formas de colaboración y compartir el testimonio a la hora de encarar estos desafíos".
En referencia a los gestos recientes hacia los anglicanos tradicionalistas molestos con la ordenación de las mujeres y los obispos gay para que se pasen al catolicismo, indicó que las conversaciones reiteraron "el deseo compartido de continuar y consolidar la relación ecuménica entre católicos y anglicanos".
La parte anglicana no formuló comentarios y el Vaticano se negó a ampliar los suyos.
Desde su llegada a Roma el jueves, Williams ha intentado restar importancia la implicación de la invitación vaticana.
La Santa Sede indicó que se limitó a responder a las numerosas peticiones anglicanas de unirse a la Iglesia Católica y negó que intentara hacer proselitismo entre sus feligreses.
Empero, el gesto avinagró las relaciones entre católicos y protestantes y seguramente afectará a los 77 millones de anglicanos dispersos por todo el mundo, que se encontraban ya al borde de un cisma debido a la homosexualidad y la ordenación de las mujeres antes de que interviniera el Vaticano.
En un discurso pronunciado en la Universidad Gregoriana Pontificia de Roma, Williams se refirió al gesto vaticano como "el elefante en el salón" . Esa invitación fue una "respuesta pastoral imaginativa" al pedido de algunos anglicanos, pero no sentó nuevas bases doctrinarias, según Williams
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