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Las Fuerzas Armadas precisaron que alrededor de 100 secuestradores, seguidores de un líder político local, llevaron a cabo una sangrienta toma de rehenes en el sur de Filipinas, con el fin de impedir que otro político rellenase su inscripción para presentarse a las elecciones de mayo.

Los raptores entraron en una oficina de la Comisión Electoral en la provincia de Maguindanao e introdujeron a las víctimas a punta de pistola en tres furgonetas, según el coronel Jonathan Ponce, portavoz del Ejército filipino en la isla de Mindanao."Creemos que puede haber más muertos ocultos bajo tierra", precisó el coronel Romeo Brawner, quien detalló que los 21 cadáveres hallados son de 13 mujeres y ocho hombres.Entre las víctimas mortales se encuentra la esposa del político que aspiraba a presentarse a los comicios a gobernador provincial y para quien la mujer estaba haciendo los papeles de inscripción.Dos abogados y varios periodistas también estarían entre los muertos.Las emisoras locales aseguraron que los pistoleros son sicarios a sueldo de Unsay Ampatuan, alcalde de Buluan y jefe del clan rival de Mangudadatu.Al parecer, querían impedir que Ibrahim Mangudadatu, vicealcalde de la ciudad de Bulsuan en la provincia de Maguindanao, presentara su candidatura a gobernador.Sucesos de este tipo son habituales en Filipinas, donde las disputas políticas se solucionan a tiros y los responsables suelen eludir a las fuerzas de seguridad, especialmente en las provincias más pobres.