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MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Florentino Pérez ha vivido su primera gran negociación en su nueva etapa como presidente del Real Madrid. Y en breve se cerrará con éxito: Kaká será con total seguridad jugador del Real Madrid tras las negociaciones entre el presidente blanco, el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, y el padre del futbolista.

El montante de la operación se establecerá en torno a los 65 millones de euros y el brasileño será presentado la próxima semana en el Santiago Bernabéu.Los detalles del acuerdo son de enorme envergadura, después de desatado el nudo que el Chelsea le ha puesto al cuello al club italiano. Roman Abramovich presionó a través de su director general, Peter Kenyon, con una oferta "extraordinaria", según fuentes del propio club milanista.
En una reunión que se ha producido muy cerca del Santiago Bernabéu, Florentino dejó muy claro su "rotunda intención" de que Kaká sea madridista a partir de la próxima temporada.
Al encuentro asistió también Bosco Leite, padre y representante del Balón de Oro 2007, que puede cobrar en el Madrid nueve millones de euros netos por temporada. Kaká permanece en su país, en Teresópolis, donde está concentrado con su selección, pegado a su teléfono móvil a la espera de que su padre le dé luz verde para hacer público en la concentración con su selección su fichaje por el Madrid.

Ocho años después de Zidane
Todo comenzó poco después del mediodía, cuando Galliani y el padre de Kaká aterrizaron en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Sin embargo, en un primer momento, el directivo milanista negó a la 'Gazzetta dello Sport' que se hubiese desplazado a Madrid. Según esta primera versión se encontraba "en el mar, en la Romagna".
Sólo una hora después filtró al mismo medio que se trataba de "una broma" y que en efecto había viajado a la capital de España para "asistir a la fiesta de celebración por la llegada de Florentino a la presidencia". Esa misma versión se oficializó en la web milanista durante toda la tarde.
La confusión alimentada con Galliani quería poner sordina al interés suscitado por el que será el segundo fichaje más caro en la historia del Real Madrid, sólo por detrás de Zinedine Zidane, por quien el club blanco pagó 73 millones de euros en 2001.
La generosa suma del traspaso fue recordada asimismo por Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y propietario del Milan. "No sé si seremos capaces de mantener a Kaká, porque ofrecen mucho dinero", aseguró el líder de Forza Italia, que quiere cerrar la operación después de las elecciones europeas del 7 de junio, por temor a que el fútbol perjudique sus intereses políticos.
De todos modos, más pronto que tarde se pondrá fin y final a la venta, un romance no correspondido desde 2006, cuando Ramón Calderón ofreció a Kaká como promesa electoral. El ex presidente nunca pudo cumplirlo, pero tres años más tarde, el mediapunta brasileño se vestirá finalmente de blanco.