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Scott Roeder, quien fue detenido bajo cargos de homicidio intencional y agresión grave por la muerte del médico George Tiller hace una semana, llamó por teléfono a The Associated Press desde su celda del condado de Sedgwick.
"Sé que hay muchos otros eventos similares planeados alrededor del país mientras el aborto continúe siendo legal", dijo Roeder. No quiso dar detalles adicionales.
Tiller, cuya clínica de Wichita era una de las escasas en Estados Unidos donde se realizaban abortos en el tercer trimestre de embarazo, fue asesinado cuando servía como acomodador en la iglesia luterana a la que asistía.
La clínica de Tiller en Wichita fue sitio de numerosas manifestaciones por parte de enemigos del aborto. La mayoría de esos actos fueron pacíficos, pero en 1986 se hizo estallar un explosivo en esa clínica. Tiller fue baleado en ambos brazos en 1993.
El sábado se hizo un funeral en homenaje a Tiller.
Roeder, de 51 años, enemigo del aborto, fue detenido pocas horas después del asesinato en las afueras de Kansas City.
El sospechoso dijo a AP que se había negado a hablar con investigadores cuando fue arrestado y que no había hecho declaraciones a la policía desde entonces.
"Me limité a decirles que necesitaba hablar con mi abogado", explicó Roeder.
Cuando se le preguntó si había disparado contra Tiller, Roeder contestó que no podía comentar sobre eso y dijo que necesitaba aclarar todo previamente con su abogado.
En dos llamadas separadas a The Associated Press el domingo por la mañana, Roeder habló mucho más sobre el tratamiento que estaba recibiendo en la cárcel del condado de Sedgwick. Se quejó que eran "deplorables las condiciones en confinamiento solitario", donde se lo mantuvo durante los tres primeros días de prisión.
Roeder dijo que estaba muy frío en la celda. "Comencé a toser. Pensé que contraería neumonía", dijo.